jueves, 8 de enero de 2009

Las invitaciones de boda, la creatividad al poder

En las invitaciones de boda, se trata de conseguir el efecto deseado: que los invitados asistan al enlace. Para ello, la inventiva tiene que ponerse en marcha y lograr que las invitaciones sean originales, atrevidas, clásicas, con sentido del humor… hay donde elegir.


Las tarjetas tienen que convertirse en algo muy personal, por eso, es deseable, (por lo menos yo opino así) que den información acerca de la pareja y de la boda a la que los destinatarios han sido invitados. Para ello, el formato de la tarjeta, la tipografía, el color de la tinta, la clase de papel y los elementos que introduzca (cosecha de cada uno), son referencias fundamentales para que los ‘otros’ se hagan una idea de a qué boda van.

En Internet existen diversos portales que te facilitan las gestiones. Ellos mismos se encargan de confeccionarlas, incluso de forma personalizada. Las hay clásicas, naturales, introduciendo formatos novedosos…

El formato tradicional suele ser el clásico tarjetón, aunque sin restarle creatividad. y siempre con papel de alta calidad. En ésta se incluye una fotografía de los novios, días antes del enlace. Ahí la originalidad manda.

Otros modelos recurren al papel natural para las invitaciones. Él que viene a continuación está confeccionado con pasta de papel natural decodado con tallos y pétalos de rosas rojas incrustrados, con lo que el efecto es puro romanticismo.

Pero si prefiere algo más novedoso, con materiales de alta gama, y mediante el estilo ‘americano’, quédese con esta sugerencia: sobre de seda de paja verde y tarjeta de papel brillón metalizado con un cuidado remate.


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